Las mariposas que trazan espirales de
viento
para ir a perderse en las copas de los
árboles
son como nosotros.
Y entre el tostado follaje de los tilos
se entrevé la montaña. Sublime y
lejana
repleta de tiempos y memorias
que van más allá del intelecto
humano.
Nos golpea la brisa de una tarde de
primavera,
estamos vivos.
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