viernes, 30 de mayo de 2014

El viento.


Pintura de Cheng Rong 1200–1266, China.

Dicen que el viento es solo viento. ¡Qué valor! Quien no ha estado en soledad en el monte con la noche por lecho no sabe nada de los vientos.
Ellos rugen como leones libres y pueden ser tan silenciosos como el vuelo de una gran rapaz.
trazan rumbos inescrutables, firmas invisibles. No se pueden pintar pero están ahí
rozando nuestras carnes, alimentando nuestros sentidos con canciones nuevas de renovados ritmos.
Todas las especies de la tierra lo respetan solo el hombre olvidó su inefable presencia, lo intentó explicar, diseccionar, darles nombre encajonarlos dentro de estantes olvidados.
Pero que importa...
el viento es la libertad, lo que nos traspasa y nos une como especie, por que mi aliento da vida al rosal, al castaño y a las jaras, y se funde con las exhalaciones de las ratas, de los cuervos y de las gaviotas, besa a la lombriz de tierra y vibra en la tela de la sabia araña.

¡Remonta fundido en los cielos, cargado de la vida y de la muerte,
mensajero del alma de la tierra, majestuoso viento 
Surcando  el infinito con tu poderosa enseñanza!

Balada del árbol de mi sangre de Juan Ramón Jiménez




BALADA DEL ÁRBOL DE MI SANGRE

Muerto, oh árbol, mi sangre subterránea subirá con tu savia por el tronco. Sobre ella cantarán los pájaros y ella pondrá sus suspiros en el eterno murmullo de tu lira verde.
Desde ti veré a Dios en las grandes nubes blancas que pasan sobre el azul sereno, y a mi sombra crecerán entre la yerba, las rosas y azules verbenas y las margaritas amarillas.
Me miraré, para siempre, en el agua que brota a la sombra verde de tus rocas y sabré en ella el misterio del fondo. Y en tus raíces el sueño de la tierra.
Las estrellas vendrán de noche a tus hojas y a mis manos y en una hoja verde que fue mi mano, reposará el rocío sus lágrimas celestes.
Y mi alma se asomará a ti, oh árbol, como a una ventana, y se apoyará indolentemente, frente a lo infinito, sobre las guirnaldas verdes de tus ramas.


Juan Ramón Jiménez. "Con el carbón del sol" pag. 42.  También la puedes encontrar en el libro de poemas en prosa baladas para después (1901-1913).

"Con el carbón del sol" es una antología de la prosa poética de Juan Ramón Jiménez. La selección de poemas fue a cargo de Francisco Garfias. Editorial novelas y cuentos. 1973.

jueves, 29 de mayo de 2014

El universo en una flor


Cañaheja en flor

El universo en una flor. 
Cada pétalo es un sol.
Las flores son nuestras verdaderas maestras.

El universo entero y nuestro corazón
en una flor.

Nuestros ojos beben de su sabiduría
fascinante conexión. 
El universo en una flor
fuerte y brava como el mismo sol. 

Crónica de mis viajes por la ciudad oscura: en las fronteras con el buscador

El anciano de los días. William Blake.


Ensímismado, la joven polilla me guió hasta las fronteras de la ciudad oscura.
Montañas inabarcables de desperdicios se desdibujaban en el horizonte.
La vida allí no podía desenvolverse, desarrollarse, crecer y morir.
Escuché un eco lejano que sonaba como el repicar de cascos de un caballo poderoso.

Allí había un orden preciso, unos caminos se abrían entre las montañas de basura y un viento furioso los custodiaba.




"Yo soy el guardian. Tu corazón es tan fuerte como tu curiosidad. ¿Qué buscas, que quieres, qué deseas?" Díjome el viento.
"Deseo saber."
"Entonces sígueme." Y lo seguí.

Perdí el viento, su rumbo.
Mis miembros comenzaron a dormirse en cadena,
Mi corazón se helaba y una dulzura comenzó a apoderarse de mi sentir.
Pero el viento volvió y me arrebato de la dulzura.

Recobré las fuerzas y tuve ante mi al hombre que buscaba sin cesar con medio cuerpo oculto.

"¿Qué buscas?" Me pregunto.
"Deseo saber" Le dije.

Saltando ágilmente al suelo, hizo crujir sus tendones, entonces me miró largamente.

"Yo deseaba saber de los hombres y del mundo de los hombres" Me dijo. Con un gesto rápido me indico que mirara hacia una de las montañas, la más cercana.

"Ahí la tienes; pero esa sabiduría vale poco aunque es más útil que todos estos cacharros y desperdicios de ideas y fines."
"Al poco tiempo de poner orden encontré el saber que buscaba pero este me llevó a ninguna parte. Como un espejo me devolvió mi imagen y como comprendí es una larga historia; pero te puedo contar de mi presente:

Este es mi mundo y ese sonido que como el trote de un caballo te perturba también me perturba a mi, pues son nuestros corazones que laten con fuerza; pero aquí solo hay sitio para uno solo de nosotros pues de otro modo no pudiéramos sobrevivir. Seré breve.
Ahora me busco a mi mismo, es por eso que tengo que examinar cuidadosamente cada objeto, cada papel porque quién sabe, a lo mejor me encuentro allí oculto bajo un pliegue...
Me perdí y he de encontrarme, mi corazón late por ello y mi voluntad lo guía.
Estas montañas que observas son tan mías como lo son de cualquier hombre, es nuestra historia, nuestras rajaduras, nuestros fines... nuestras ideas.
Espero el momento en que encuentre lo más puro de mi, lo que me forma y me limita... y he de seguir, si me lo permite tu corazón. "


Me alejé de allí rápidamente pues no quería entorpecer la  labor de aquel hombre cuya búsqueda para mi todavía es incomprensible.


miércoles, 28 de mayo de 2014

Breves destellos del mundo



Las aves son relámpagos de armonía,
son lo dulce de nuestro mundo,
ellas anuncian la primavera
y anidan en el corazón de los niños.

-

Florece el majuelo
entre la alegre algarabía de insectos recién nacidos.

¡Qué extraña primavera!


Breves destellos del mundo: el orden de la vida





Acabo de ver el universo entero en los ojos de una urraca
y en la hoja de un olmo negro he comprobado cuan ordenada esta la vida.


El cielo esta azul y un sol orgulloso calienta mis nervios, mis musculos y mis manos.



lunes, 26 de mayo de 2014

¿Quién se atreve a sondear el abismo en un grano de arena?




¿Quién se atreve a sondear el abismo en un grano de arena?

El agua, repleta de vida.
En ella veo tallada la palabra origen.

El viento impulsor de los músculos de cada ser.
El sol, cincelando cada célula.

Todo parece tan frágil, tan etereo.
Hablo de este equilibrio,
en el que el viento, el sol y el agua
parecen traspasarse.

El grano de arena implacable y sencillo.
En la palma de mi mano apenas lo puedo sentir

Palpita suavemente y es la tierra entera.



domingo, 25 de mayo de 2014

Crónicas de mis viajes por la Ciudad Oscura: el hombre de papel.




En mis viajes por la ciudad oscura encontré al hombre de papel. Tatuado de palabras y de puntos.  Me dijo: Como puedes ver diríase que estoy perdido. Pero no es así. Yo también era como ellos: me movía, siempre con prisa, de un lado a otro, creyendo ir hacia algún sitio el cual una vez encontrado, me daba cuenta que no era el que buscaba.  Decidí entonces quedarme así, quieto, inmóvil entre la muchedumbre. La gente pasa, rápido, con ella también se van las noticias, día tras día... Yo he intentado detener el tiempo, mi tiempo.

Sombra




He visto una sombra detenerse ante la luz
Pensativa destacaba su silueta
rompiendo con su infinita geometría
el marco frio y recto de la puerta de cristal.

Pero mi ojo arrebató un momento del tiempo
diminuto, y esa sombra quedó ahí,
interrogándonos, indicándonos con su silencio
el nacimiento de un misterio.




sábado, 24 de mayo de 2014

En el reino imnombrable.

Pintura de Edgar Ende


Nada alcanzo a ver en torno mío, pues una negrura densa y basta me rodea. Tanto solo alcanzo a ver la senda que camino, un camino sencillo, con piedras en los bordes. Frente a mi, a lo lejos puedo percibir un débil resplandor. Podría aventurarme a salir del camino, incluso no saber donde ir era un buen motivo para ello, pero la pequeña luz a lo lejos llamaba poderosamente mi atención. 
Poco a poco, me acercaba, pude adivinar una silueta inmóvil. Sentado sobre una piedra, un hombre sostenía con aburrimiento su cabeza, apoyando su mentón sobre la palma de mano. 

-¿Quién eres? preguntó, con la mirada perdida el fondo del camino.
-Mi nombres es... 




Con mi imaginación construía mundos impensables
 y volaba sin alas... podía fundirme con la noche y con el día.
Era el rey de un reino innombrable.
Desnudo nada poseía y por mis venas corría el sol como un trueno.
Mi corazón... mi corazón era impulsado por la fuerza de la voluntad.


Una sombra fue irguiéndose ante mi
Borró mi capacidad de crear y me enseñó a ser prudente, demasiado prudente...

Los libros los explicaban todo, el mundo, el agua, el fuego... hasta la muerte ¡Todo era predecible, demasiado predecible!

Crecí entonces, concentré la poca energía que aun conservaba y la enfoqué
para encarnar la imagen que me fue asignada.