domingo, 22 de junio de 2014

A un amigo.



Decae la noche, lentamente
gota a gota. Aquí estamos
tu y yo como antaño.
Dos corazones sobre un mismo latir
el de la vida y de la muerte.

¿El tiempo? El tiempo no marchita tu esencia.
Tu recuerdo es fresco como la hierba
y tu lucha, que es tu vida misma,
es digna y admirable.

Comienza el día. Aquí estoy, aquí estás.
No pudo el mundo arrancarnos lo más preciado del corazón.
Nos hicieron daño, sí. 
Estaremos desnudos frente a la tierra. Así fue escrito.
Para salvar el mundo primero has de salvarte a ti.
Dar es crear, crear es dar.
El viento susurra en nuestros oidos una de las palabras más viejas y hermosas:

Equilibrio.



(dedicado a ti, que luchas por que elegiste vivir)



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