Decae la noche, lentamente
gota a gota. Aquí estamos
tu y yo como antaño.
Dos corazones sobre un mismo latir
el de la vida y de la muerte.
¿El tiempo? El tiempo no marchita tu
esencia.
Tu recuerdo es fresco como la hierba
y tu lucha, que es tu vida misma,
es digna y admirable.
Comienza el día. Aquí estoy, aquí
estás.
No pudo el mundo arrancarnos lo más
preciado del corazón.
Nos hicieron daño, sí.
Estaremos desnudos frente a la tierra. Así fue escrito.
Para salvar el mundo primero has de
salvarte a ti.
Dar es crear, crear es dar.
El viento susurra en nuestros oidos una
de las palabras más viejas y hermosas:
Equilibrio.
(dedicado a ti, que luchas por que elegiste vivir)
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