miércoles, 4 de junio de 2014

Cielo






Los muros son de ladrillo y cemento. Hacinados los humanos viven sus vidas, separados , creando muros y distinciones para todo. Miro al cielo y me digo: esa vastedad siempre nos invita a levantar el vuelo. Comprendo que los muros solo se pasan volando, nunca rompiéndolos. Quiero fabricar mis alas de ensueño, pero la tarea es ardua, el ancla está afincada a los conceptos de vida inculcados, que como trapos sucios hay que ir limpiando. El cielo, el cielo siempre. Últimamente te manchan, a ti cielo, lo mas sagrado, lo mas puro. En ti habita el aire que nos da la vida, el Sol que nos nutre, el agua que nos da la lluvia, los pájaros, los sonidos, la música... Apareces cubierto de lineas sucias, de cicatrices hechas por la maquinaria sucia y depravada. Pero tú permaneces impasible, porque comprendes. Aunque a mi me duele verte así y es un dolor profundo, porque quizá en este reflejo sucio de tiza cenicienta, se esconde el resumen de la manipulación y el engaño mas atroz de la que es victima el humano. Es sabido que el alimento está manipulado, nuestras mentes, nuestro tiempo. Pero tú, cielo, eres lo que todos miramos cuando deseamos levantar el vuelo. Eres el camino hacia la libertad, verte sucio me duele. Pero sé que el dolor siempre encierra una gran lección. Y quizá por ello hoy y por siempre, te valore más que nunca...

No hay comentarios:

Publicar un comentario