El guardián del conocimiento

Inmutable custodia la entrada, 

el tiempo no rige su verdadera esencia.

La gente pasa e ignora los secretos que guarda  en su mirada.

Fecunda y feroz, ligera como el viento, implacable y sobria

la esfinge plantea un enigma que no puede ser revelado

sino encontrado.

Entre los pinos

Perdido entre luz y sombras

vago entre los pinos.

Mi mente divaga,

mi cuerpo sabe.

Tarde de invierno.

Musical arrullo suave en el parque desierto 

Cielo plomizo, aire cortante.

Un instante congelado.

Tarde de invierno.

La voz del viento

Las calles abarrotadas, la falta de oxigeno, el gris de las aceras y los edificios es implacable, va drenándote sin apenas darte cuenta, poco a poco el corazón -lugar donde anida el entusiasmo y la humildad- se te va volviendo gris. Enfermo el cuerpo dominado por el ego enfermo impone su voluntad de poder, desea más y más, más y más... el miedo si habría de tener un color sería el gris.

La voz del viento

Acalla la mente

tranquilizarás tu corazón.

Deja al río fluir aunque las aguas sean densas y oscuras.

Ama el conocimiento, la humildad es el sello de tan noble hacer.

El destino

El árbol espera.

Conoce todos los misterios.

Espera el momento en que él 

y el hombre vuelvan a ser hermanos

Y entre un largo abrazo se fundirán 

en la eternidad.

Porque el destino del hombre es

el destino del árbol

Y viceversa.

Crónicas. Ante el umbral de la puerta

Angel de la revelación de W. Blake

(En el umbral me encontré con una puerta de madera oscura ajada por el tiempo. Sus herrajes toscos me llamaron la atención. En vano traté de encontrar el ojo de la cerradura. La oscuridad se cernía en torno de mi ser, apenas veía la puerta y un frío gélido me golpeaba la espalda. Entonces apoyé mis manos y una luz potentísima manó de la vieja puerta revelando sus tallas en el basto metal.)

Descifro la puerta con las yemas de mis dedos

para adivinar su fulgor he de cerrar mis ojos,

los cierro.

Una llamarada fría vibra en el aire-

Dos serpientes enroscadas

trazan espirales sobre el metal,

entrelazando las palabras:

Infinito.

Misterio.

creación continua.

Para entrar he de cerrar los ojos y los cerré.

El gigante con el brazo derecho levantado

traspasaba los cielos hundiéndose en el Sol

mientras que con el brazo izquierdo aferraba el corazón de la tierra

y sus ojos eran dos espejos negros.

Inmensos y eternos. 

Inmensos y eternos.

Inmensos y eternos.

Grullas

Corazones y estrellas.

vida y muerte

en el murmullo del agua.

Fuego y sombra.

Silueta del otoño

en la Hojarasca.

El equilibrio

Sé humilde y te conservarás entero.

Flexible y te mantendrás recto.

Vacío y permanecerás lleno. 

Tao te ching.

Cultiva el corazón

Cultiva el corazón.
Aliméntalo con humildad, sencillez.
Se regocija con lo simple,
algo tan simple como lo es el oler el aire después de una lluvia
ver las gotas posadas en las hojas
y saber que esas simples, minúsculas gotas alimentarán la vida,
harán  crecer la hierba del humilde reino vegetal que a todos alimenta.
Pues todo crece por el calor y la generosidad
de algo superior, que no podemos vislumbrar pero sí sentir.
Alimenta tu corazón
para que un día fuerte y sano
cual robusto árbol
y a semejanza de éste
sabio y humilde, acepte su destino
alegre e infinito.

Armonía de la luna entre las hojas

Todo permanece

en una sutil y misteriosa

 armonía

Viejo olmo

Viejo olmo que resistes, a pesar de todo, en tu armonía.

Árbol que mantienes el equilibrio entre el cielo y la tierra

y con tu fuerza nos recuerdas el sentido de la belleza.

Gota de armonía

Pulsar

Siente, amigo mío el universo.

Tendrás que caminar, eso no será difícil.

Buscarás tierra y un buen lugar donde crezcan árboles,

donde crezca la vegetación, es decir, donde la vida sea.

Lo difícil será salir.

Tan acostumbrados estamos a esas celdas que no vemos los barrotes ni los muros. ¿Saldrás conmigo?

Reúne tu energía, vivamos esto:

Tu respiración, la vida y la muerte

hermanadas, encarnadas en ti, en la hoja

en las hormigas,

en las moscas, en la lombriz.

Siente tu mirada posarse sobre las cosas,

un secreto inmenso guardan tus pupilas: el universo.

Respira, amigo, siente cada aroma,

el aire que exhalas lo purificó para ti el árbol.

El universo, su latir y tu respirar no son muy diferentes.

Eres parte del equilibrio, una gota de rocío en al armonía del cosmos.

Sencillos actos

Dolor.
El hombre se acerca al precipicio.

No puedo ignorar el dolor.

La naturaleza se desangra.

Solo  los sencillos actos pueden salvar el mundo.

La semilla

Mira como vuela el pájaro carpintero,

como bate las alas el palomo.

Escucha la cigarra entre los robles,

el latir del mundo tras el largo silencio de la noche.

Toma una semilla entre tus manos,

no importa cual todas llevan magia.

Concentra en ella tu deseo de vida,

tu sueño infinito, tu anhelo.

Hunde los dedos en la tierra

para tu mente, inténtalo.

Huele entonces tus manos,

tu corazón rejuvenecerá con el olor de tu mundo;

ese es tu verdadero aroma.

Siembra la semilla y ten paciencia,

mucha paciencia.

mi prisión

Mi nombre,

mi definición,

mi sombra,

mi historia,

mi prision.

Todas estas cosas raras y ajenas

se las tragó la sonrisa del chimpancé.

El polen y la vida

¡Qué venga lo fecundo

el renacer de la vida

la fusión de la sangre y de la piedra

el cielo incenciado por el polen!

Renacer, sentir la semilla

de par en par abierta entre tus manos.

Y brisa, brisa fuerte

y sol, un sol de sonrisas renovadas.

Vida, vida vida

¿Cómo cantarte, cómo describir

cada latido si no es viviendolo en cada cosa,

en cada insecto, en cada piedra,

en la lluvia y en el misterio de la noche?

Dragón

Con su aliento el dragón crea la vida,

oscuridad y fuego amalgamó su pecho.

Las cenizas se hicieron tierra, montañas sus escamas.

Duerme enroscado sobre su corazón.

Despertará el dragón remontando su vuelo

no sin antes mirar el mundo que concibió su eterno sueño.

Reencuentro con el árbol

He aquí el árbol que conoce todos los misterios,
que espera paciente el momento en que él y el hombre vuelvan a encontrarse.

Frente a frente, con las cicatrices cerradas y el dolor en la memoria.

Los pequeños seres del agua, los sabios gnomos y las ondinas que viajan sobre los cantos de los ruiseñores
aguardan con paciencia el "gran reencuentro".

Hay veces que si cierras los ojos escuchas el suave canto de los álamos

cuentan de un tiempo nuevo y de un equilibrio.

Lloverá y lloverá

el dolor será purificado por el abrazo del agua

y las cicatrices serán lavadas por el sol, 
el círculo de ilusión será sellado
y las estrellas no volverán jamás a ser inalcanzables.

El fluir y la armonía

Cuando todo parece detenerse,

cuando el veneno parece abrasarlo todo.

Solo apoyado en el misterio y en la ley imperecedera

se mantendrá encendida la llamarada de la sabiduría.

Las potencialidades duales que sellan el acontecer humano

han de permanecer en equilibrio,

porque es la innombrable la que escondida nos acecha

y ella marcará el fin y el comienzo.

Recuerda.

En tu caminar, amigo, recuerda:

la tierra que con tan noble paciencia nos nutre.

Las estrellas que al mirarlas nos hace vivir el profundo misterio del universo.

El sol, que es padre de la vida y del cual somos parte.

Recuerda la alegría de las aves cuando la tristeza inunde tu corazón.

¡Nunca te dejes vencer por el desanimo

ni odies el dolor que no alcances a comprender!

Se ligero como el águila,

valiente como el lobo,

libre como el agua.

Amanecer

Amanece

Brotan las primeras flores

Amanece

sobre el rocío bailan dos mariposas.

Estrellas

Las estrellas brillan con fuerza

mundos lejanos

corazones palpitantes.

El jardín de Pedro

Un vídeo con las fotos que realizamos en el jardín de un amigo, acompañados por una hermosa música.  ¿Qué más poesía que una  flor o un jardín en todo su esplendor?

Sencillo bambú

El bambú, espejo del hombre.

Se yergue hacia el sol en pura proporción geométrica.

Se encuentra escrito en sus tallos una lección incomprensible

que es puro cantó en la brisa.

Sencillo bambú que no te quiebra el viento ni las heladas

espejo del hombre en su senda

Equilibrio

El humano es elevado

cuando con humildad y asombro

posa su mano en la tierra

y con su espíritu alimenta a todas las criaturas.

Bosque de pinos

Estoy en el bosque de los pinos.
El viento cambia, tiene voz.
Las mariposas escriben sueños en el vacío
y susurran las cigarras ocultas entre las cortezas
mientras una ardilla desafía la ley de la gravedad.
Tumbado sobre una cama de agujas secas
contemplo al pico carpintero tallar su nido.
La naturaleza me canta y me abraza, 
mi corazón está en paz.

La sombra

La sombra te acecha.

Busca el lugar elegido desde mucho tiempo atrás.

Retorna a tu origen para recobrar tu fuerza.

Desnudo vistete de Sol

y abraza la tierra que cincelo con su propia esencia

el cuerpo que te sostiene y que es lo primero que deberás honrar.

La sombra te acecha, has de luchar.

Mis amigos y mi nombre

Mi corazón arde,

mis músculos se aprietan contra el hueso,

mis manos quieren destrozar a un hombre.

En mi ventana me esperan mis amigos,

yo soy importante para ellos,

vuelan hacia mi y con sus ojos me enseñan

cual es la verdadera humillación.

En sus cantos siento que me nombran

porque ellos saben cual es mi verdadero nombre.

La creación de EA

Solo en el silencio, la palabra.

Solo en la oscuridad, la luz.

Solo en la muerte, la vida.

Brilla el vuelo del halcón en el firmamento vacío.

La creación de EA. 

Cuentos de Terramar de Ursula K. Le Guin

Pequeño destello.

Montes, viento. 

Vuela con el buitre

mi corazón.

A un amigo.

Decae la noche, lentamente

gota a gota. Aquí estamos

tu y yo como antaño.

Dos corazones sobre un mismo latir

el de la vida y de la muerte.

¿El tiempo? El tiempo no marchita tu esencia.

Tu recuerdo es fresco como la hierba

y tu lucha, que es tu vida misma,

es digna y admirable.

Comienza el día. Aquí estoy, aquí estás.

No pudo el mundo arrancarnos lo más preciado del corazón.

Nos hicieron daño, sí. 

Estaremos desnudos frente a la tierra. Así fue escrito.

Para salvar el mundo primero has de salvarte a ti.

Dar es crear, crear es dar.

El viento susurra en nuestros oidos una de las palabras más viejas y hermosas:

Equilibrio.

(dedicado a ti, que luchas por que elegiste vivir)

Brebes destellos

No quiero escribir cosas bellas

quiero vivir en la estrella,

sentir la hierba como la siente el pulgón,

ser el aire cortado por la pluma del halcón.

Quiero sentir la agonía del hombre

enloqueciendo en su prisión,

quiero verlo retornar hacia el corazón del sol.

Dos tankas entre los pinos y la brisa.

Bullfinch & Cherry Branco (Hokusai)

Entre los pinos

canta el verderón.

En el cielo azul

danza la suave brisa,

Vida que exhala el mundo.

Son las estrellas

sobre tu corazón.

El infinito

cae en la tarde, misterio

sueño de la creación.

Los ojos de los gatos

La realidad que nos muestra es innegable,

sus preguntas implacables nos atrapan desde sus ojos siempre al acecho. 
El silencio es un gato y el hombre lo olvidó.

Busqué los ojos del tigre y franqueé la entrada.

Olvido y locura envenenaron el corazón del hombre,

el silencio es un gato que el hombre olvidó.

En la ciudad gris se burlan de tu inmortalidad.

miriadas de ojos perdidos, locos,

como cometas sin niños que las mantengan firmes y seguras.

varados en un mundo de sombras, errantes

sin anhelo, vaciados de la fuerza vital,

asustados del sol, de las nubes y de las estrellas,

rinden su inocencia al monstruo que ellos mismos crearon;

pero vi tus ojos fugazmente, tu desapego y  sobriedad,

y en ellos percibí el misterio de los universos.

Sueño.

Sueño. Reflejo de realidades claras

sobre el claro espejo de la existencia.

Vi el lago anegado en niebla,

el almendro de rosada flor, las jaras,

las primeras hierbas.

Si te soñé o me soñaste, no sabría decirlo,

pero ahí estabas tú, gran lobo,

noble señor de los bosques,

y tu reflejo en el universo del agua

me devolvió a la vigilia con la inexplicable sensación

de haber contemplado un Dios.  

Inmensidad

Si cierro los ojos y escucho sin esperar nada

siento el latir de la tierra.

Sin horizontes y sin fronteras, en oscuridad plena

la galaxia late como late la vida.

Existe un lugar.

Existe un lugar para ti, es verde, huele a tierra,

a melisa, a espliego, a santolina y a romero en flor.

Existe un lugar especial para ti, alma en lucha

que llevarás siempre agarrado al corazón.

Como la flor al sol, como la flor al sol.

Bajo las alas de las polillas

encontrarás escrita la sutil lección

Que en el corazón yace una semilla

que busca el sol, que busca el sol.

¿Qué impulsa la vida?

¿Qué misterioso enigma desvelado convierte al plomo en...

en sol?

¿Qué mantiene el equilibro, que fuerza, que poder, qué pasión?

No lo olvidemos, no lo olvidemos no.

Espirales en el viento

Las mariposas que trazan espirales de viento

para ir a perderse en las copas de los árboles

son como nosotros.

Y entre el tostado follaje de los tilos

se entrevé la montaña. Sublime y lejana

repleta de tiempos y memorias

que van más allá del intelecto humano.

Nos golpea la brisa de una tarde de primavera,

estamos vivos.

La fuerza, el anhelo y el entusiasmo

La fuerza, el anhelo y el entusiasmo.

La fuerza es el cordón que nos une,

que nos cincela, a ti y a mi,

pequeña hormiga que mi cuerpo exploras.

El anhelo fija el rumbo, impulsa el corazón,

es necesario para deshacer el nudo de las apariencias.

El entusiasmo es el fuego,

que hay que alimentar con la belleza del mundo.

Los tres: fuerza, anhelo y entusiasmo

son los pilares que sostienen lo más preciado para el hombre:

la libertad.

Crónicas de mis viajes por la ciudad oscura: los caminos sin rumbo

En la ciudad oscura abundan los caminos que no llegan a ninguna parte, que así como no tienen principio tampoco tienen final. Darse a la tarea de buscar el nacimiento de un camino, o incluso de seguirlo para ver que es lo que sucede con el es bastante desconcertante.

-Las gentes ya no buscan, no necesitan buscar. Solo cumplen. Míralos, todos hacinados, enojados. No esperan nada porque no tienen Fé. Pero no es el trabajo el que desarrollan en las oficinas y fábricas los que los tiene así, es la vida misma, la rutina que como un pesado yugo aniquila el más leve deseo de libertad y un ser humano solo puede experimentar la libertad a través de la creación.

Díjome todo esto la polilla que revoloteaba junto a mi hombro izquierdo mientras me adentraba en uno de esos caminos sin rumbo.

Al principio intentaba fijar mi atención en los rostros de la gente, intentaba desentrañar un rasgo que los hiciera distintos unos de otros; pero esos rasgos solo eran vagas sombras. Pronto comencé a ver replicas, una uniformidad aberrante lo llenaba todo. Eran máscaras, máscaras vacías y grises, pero fueron los ojos... sus ojos...

Poco a poco fue embargándome una pesadez extraña,una bruma gris fue apoderándose de mi corazón y ya en el núcleo donde mi pasión anida aquella sombra fue devorando lentamente lo mas sagrado de mi ser: mi voluntad.

-Sus ojos no reflejan el vacío de sus rostros, reflejan la insatisfación y como están rabiosos contra si mismos ni siquiera se percatan de quienes tienen al lado, como si de su propia imagen reflejada en un cristal se tratase. Eso sí, necesitan ser espoleados en sus actividades, hacerlos sentir que trabajan por algo, a unos les hacen sentir que son necesarios y a otros que son vulgares patanes. Ambos, patanes y sabios, son necesarios en la ciudad en la que estamos ahora.

Ahora vayámonos porque un camino que no lleva hacia ninguna parte puede llegar a entristecer mucho...

Me di cuenta mientras me alejaba que las gentes que vi eran las copias de las viejas máscaras del pasado, que a pesar de la rara uniformidad de la masa humana estaban aislados . Conté esto y mucho más a la polilla mientras llegamos a una encrucijada de caminos, allí nos esperaba alguien desde hace mucho mucho tiempo.