Entre una pequeña mariposa de vuelo denso
y el hombre, no hay apenas diferencia.
Mas allá de la forma, de las
extrañezas que mi mente inventa
no existe duda alguna y bien se puede
decir: soy lo que contemplo.
Una mosca, una urraca, una rata, un
zorro, una hormiga o un gusano
bastan para desatar la furia y el asco
de un hombre civilizado
¡Oh, Una cucaracha! -Deberían
exterminarlas todas.
pero si así fuera todo se derrumbaría,
o mejor aun nada existiría
y eso es algo que la mente no puede ni
siquiera suponer.
El mundo esta ahí, no es una simple
apariencia
Mi estupidez tampoco es apariencia.
La doma de uno mismo no es nada fácil.
El orden de los sentidos,
asumir la ignorancia
y abrir la ventana
para que entre el sol.
Madrid, Septiembre 2013.
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